Que cada uno saque su conclusión... (Parte I)

A los lectores de Internet.

Les quiero  informar que esto que escribí referente a la familia de mi marido y de hecho, familia en 2° grado o familia política... debí escribirlo, para qué se entienda como viene la rama y “adonde quieren llegar”, los que me incitan a hacer esto, de por sí quien interpreta el tema o el fin de este relato y qué es a quienes está dirigido... “va”,  por supuesto yo no lo sé, yo debo escribirlo, sin interiorizar, el para ni el por qué.

Por supuesto y por lógica, esto, lo que menos o a lo que menos apunta, o refiere... sea a mí o a mis cuñaditas

Esto trae cola como el barrilete, esto va a levantar polvareda por el tema de fondo.

De hecho yo ni por asomo podría descifrarlo, ya que aquí hay un mar de fondo, que yo al no haber estudiado más que 2° grado y comencé el 3°, pero como se puso mal mi madre yo no quise ir más, quería estar junto a ella, me vino a buscar la maestra y mi madre le dijo que me convenciera, que el no ir a la escuela, no solucionaba nada y yo solo me ponía a llorar, no podía explicar lo inexplicable.

Al final mi madre optó por no insistir.

Muy bien, hasta aquí estamos, por que esto ya lo expliqué en esta misma página más adelante.

Prosigo.

Esto, directa o indirectamente, algo o todo va dirigido a LOS HISTORIADORES, a los que saben y escribieron la historia Argentina.

Toda mi vida se desarrolla a través de la historia Argentina.

“¿Qué pasó!”... a mí me dicen que aquí hay algo grande, oculto... que no está dicha toda la verdad, sino a medias.

Que hay algo muy grande e importante, concerniente a la Argentina, que debe ser desentrañado, descubierto y puesto al descubierto.

Comenzando desde la feroz masacre de los indios.

Don julio Argentino Roca, era tío de mi suegro y por ende julito Roca, primo de mi suegro.

Yo no se nada, ni sé, nada de la historia Argentina, y si algo sé es porque me lo contaron.

Recién ahora voy enterándome de las cosas.

¡Es una forma de haberme tenido en la ignorancia!

Había algo que yo no entendía, por más ignorancia que tuviese, había cosas que no me serraban, no me convencían, a pesar de mi simple, existencia me daba la impresión, de estar parada sobre un volcán.

“El hecho de que mi marido me llevase a vivir a Villa Diego, a ese caserón, que era una fortaleza, en donde pasé 15 años de mi vida... al ir a esa casa me sorprendió todo, una que parecía que recién se mudaban, la casa tenía solamente las paredes, no tenía un cuadro, un almanaque, no había un solo libro, solamente un diccionario de la primaria, más chiquito que un misal”.

Para que se devele qué hay oculto es que debí descarnar mi vida.

Todo sea por argentina, Que me dicen que hasta que no se devele, seguirá hundida en el mar de la ignorancia.

Por dios y la patria... Solo por ella debo ser juzgada.

Con fe y humildad, maría.

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